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La ansiedad como señal de cambio y crecimiento

Vacío en el estómago, hambre, manos sudorosas, tensión en los músculos, mariposas en el cuerpo, pensamientos que no paran, insomnio, desasosiego. Muchas personas experimentan estos y otros síntomas cuando están ansiosos y cada cual tiene sus formas de afrontar la ansiedad. Algunas de estas formas son comer compulsivamente, trabajar en exceso, ingerir alcohol y otras sustancias, comprar, entre otros. Si le preguntas a cualquier persona lo mas seguro es que te diga que su objetivo final es deshacerse de la ansiedad a como de lugar.


¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una respuesta biológica normal a una amenaza, ya sea real o irreal. Es una herramienta muy útil que nos ha ayudado a sobrevivir. Sin esta respuesta, nuestros antepasados hubieran sido atacados por sus depredadores y no estaríamos aquí contando la historia. El problema es que ya no tenemos un tigre que nos acecha y aún así, nuestra respuesta somática sigue siendo la misma: como si estuviéramos en una situación de vida o muerte. Si bien sabes conscientemente que no es así, tu cuerpo lo vive de esa forma.


En el siglo XXI la ansiedad no es del todo mala, de hecho, si no fuera por ella, jamás completaríamos los objetivos en el trabajo o en otros ámbitos de la vida. Sentir un poco de ansiedad es sano porque nos invita a movernos, a cambiar nuestro entorno y nos muestra que hay algo a lo que debemos ponerle atención.


El papel de la ansiedad en el auto-conocimiento


“La ansiedad es exceso de pasado y de futuro y falta de presente”


En este momento podemos decir que el 90% de las experiencias que vivimos no amenazan nuestra supervivencia, a menos que tu trabajo sea de alto riesgo. Como no vamos a morir, podemos utilizar la ansiedad como un indicador de lo que hay dentro de nosotros que nos dice que hay una amenaza. En este caso no será una amenaza de vida o muerte sino de otro tipo, por ejemplo, por la necesidad de tomar una decisión que va a tener un impacto muy grande en tu vida (como un cambio de trabajo o terminar una relación).


Si lo analizas bien, la ansiedad es falta de presente. Generalmente es anticipación por lo que va a pasar en el futuro, o recuerdos recurrentes de lo que ya pasó y el impacto que van a tener en el futuro. Es aquí donde puedes entrar a reconocer cuál es el papel de la ansiedad en ese momento y qué representa para ti, lo cual es una puerta directa a tu mundo interior. Por ejemplo, te ofrecen un trabajo con mejor salario y más reconocimiento. Tú amas tu trabajo actual y estás considerando tomar este otro trabajo por cualquiera de las razones anteriores. Inmediatamente notas que empiezas a sentirte ansioso/a pero en lugar de tratar de evadir la ansiedad con comida, compras, trabajo y otras distracciones, te centras en observar:

  • ¿Qué está pasando en tu cuerpo?

  • ¿Qué sientes?

  • ¿Qué piensas?

Así podrás darte cuenta de qué es lo que está causándote esa sensación. Posiblemente te des cuenta que lo que estás sintiendo es:

  • Que no eres la persona indicada para el cargo porque no eres lo suficientemente buena y que seguro las personas que te contrataron todavía no lo saben y te van a descubrir.

  • Que tienes temor de conocer un grupo nuevo de trabajo y que te juzguen o no encajes.

  • Que jamás vas a volver a encontrar un equipo de trabajo como el que tienes actualmente.

Pero esto no lo vas a identificar si en vez de escuchar las señales que te da tu cuerpo tratas de evadirlas con otras cosas. Mientras más evades estas señales, más difícil es librarte de ellas o puede que se vayan por un rato y después vuelven a molestarte. Y el ciclo continúa: ocurre algo, enmascaras la ansiedad de la mejor manera, te libras de ella por un momento,, vuelve la ansiedad y empieza el ciclo una vez más.


La relación con el cuerpo en el manejo de la ansiedad


Conectarse con la ansiedad no es tarea fácil ya que es una sensación poco placentera. Lo que puedes hacer es empezar por hacer un escaneo corporal para salirte de tu mente de la siguiente manera.

  • Inicia observando y sintiendo tu cuerpo lentamente desde los dedos de los pies, hasta la cabeza.

  • Trata de mantenerte enfocado/a en el cuerpo, pero identifica a la vez qué está pasando por tu mente.

  • Si tu mente se distrae, observas en qué estás pensando, para dónde se fue.

  • Lo más seguro es que te darás cuenta de los pensamientos que te están causando ansiedad y cuando lo hagas, simplemente obsérvalos y regresas a enfocarte en tu cuerpo, en tu respiración.

Así… cada vez, hasta que te sientas mejor o hasta que estés satisfecho/a.


En el post Al final, ¿Qué es Mindfulness y cómo lo aplico a mi vida sin tener que alterar mi rutina? hablo de cómo practicar Mindfulness en el día a día. Esas herramientas te van a ayudar a centrarte cuando te sientas ansioso.


*Estas técnicas están diseñadas para personas con ansiedad moderada, si fuiste diagnosticado con un trastorno de ansiedad o has experimentado ataques de pánico recientemente, abstente de hacer estos ejercicio y consulta con tu psicólogo ya que este enfoque te puede exacerbar los síntomas.

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